La mayoría de las minas trabaja a ciegas cuando se trata de abastecimiento. Desvíos, desperdicios y paradas mal planificadas pasan desapercibidos — y salen caros.
Si tu gestión de combustible depende de hojas de cálculo, papel o radio, es probable que estés perdiendo dinero todos los días.
Estamos hablando de problemas como: